Se trata de 190 kilómetros de carreteras convencionales y autovías localizados en 60 vías de 40 provincias españolas, cuyo índice de peligrosidad medio registrado en el quinquenio 2011-2015 ha sido, como mínimo diez veces superior al de la media nacional. En ellos se han contabilizado 1.306 accidentes y 2.044 víctimas.
En el caso de las carreteras convencionales, el tramo más peligroso se ha localizado este año en el Km. 358 de la desdoblaba N-122, a la entrada de Valladolid, con un índice de peligrosidad que supera en 423 veces la media nacional.
El tramo de carretera que contabiliza un mayor número de accidentes y víctimas es el Km. 12 de la A-55, a la altura de Mos, en Pontevedra, y sigue ostentando el récord nacional de accidentalidad con 110 accidentes y 189 víctimas.
De los 190 tramos localizados este año, 26 ya aparecían en el informe del año pasado y en más de la mitad ha aumentado su índice de peligrosidad.
Respecto al control de la velocidad en estos tramos la DGT ha aumentado su vigilancia desplegando nuevos radares móviles.
Y respecto de las autopistas de peaje, destacamos que ha disminuido la accidentalidad un 11% en su índice medio de peligrosidad.
Aún así, en el periodo analizado 2011-2015 se han localizado 40 tramos de autopistas de peaje con un índice de peligrosidad cuatro veces superior a la media nacional, en los que se han registrado 626 accidentes y 1.034 víctimas, la mayoría de ellos de carácter leve (983).