En la pretemporada ya fue objeto de comentarios los deseos de McLaren y, sobre todo, de Honda, de no suministrar motores a ninguna escudería. Parece que la experiencia que están teniendo les lleva por otro camino.
Ya pareció en su momento una idea mala esta política, pero rectificar, dicen, es cosa de sabios y parece que en los últimos días se están acercando a Manor para tratar de conseguir que sea su equipo satélite.
John Booth, máximo responsable del equipo inglés, todavía no ha abierto la boca, pero todo hace pensar que le agradaría más esta propuesta que la vender toda la estructura a Renault.
Sobre todo después de las últimas declaraciones de Ecclestone que pretende crear dos divisiones en la F1. Una con los equipos grandes y otra con los más modestos. Los grandes cuentan con presupuestos de más de 300 o 400 millones de euros y se pretende que los modestos hagan la temporada con no más de 80 millones.
Para nosotros una idea peregrina y lo que debe hacer la F1 es un mejor reparto del dinero que mueve. Y como el reparto se hace por la clasificación de los equipos en cada temporada, es como la pescadilla que se muerde la cola. Los grandes ganan más e invierten más y los pequeños lo contrario. Ello hace que las diferencias sean cada vez mayores y a los del medio y final del pelotón cada vez les cuesta más mantener sus estructuras y conseguir patrocinadores.