La planificación fiscal de esta compra se la hizo el despacho Appleby junto con los asesores de Hamilton, la consultora Erns&Young. Para ello, y tal y como cuenta El Confidencial, el piloto logró un reintegro de 3,3 millones de libras (3,85 millones de euros) por concepto de IVA, tras la compra de su jet de 17 millones de libras.
Para lograrlo, parece que Hamilton usó compañías pantalla en la Islas Vírgenes Británicas y en la Isla de Man o en Guernsey, sociedades que usó para importar su modelo Bombardier en Inglaterra desde Canadá en 2013.