A principios del presente mes de noviembre, la Agencia de Protección Ambiental, acusó al Grupo Volkswagen de la instalación de un dispositivo o software en sus motores V6 3.0 TDI que podría afectar a las emisiones de CO2 como ya ocurrió con las motorizaciones de 2.0 TDI.
Pues bien, parece que la firma acaba de reconocer este fallo y habría afectado a 85.000 vehículos equipados con este motor diésel entre los que destacan las grandes marcas del grupo como Audi, Porsche y la misma Volkswagen. Algunos ejemplos que se fabricaron con este propulsor son El Audi Q7, Porsche Cayenne o Volkswagen Touareg entre otros.
Según el jefe de comunicaciones Audi de , Jeri Ward, de Estados Unidos, el software ilegal es diferente al instalado en los 482.000 vehículos afectados con el motor 2.0 TDI vendido por Volkswagen-Audi Group.
Todo esto no es sino un capítulo más en la larga historia conocida como el 'Caso Dieselgate'.