El intercooler es un componente presente en todos los coches diésel modernos. Gracias a este, el proceso de combustión mejora de manera notable, consiguiendo que aumente la potencia del motor. El aire en el turbocompresor aumenta en gran medida su temperatura y la función del intercooler es reducir esa temperatura hasta aproximadamente 60 ºC para conseguir así un incremento de la potencia del motor de entre un 10 % y un 15 %.
Existen dos tipos de intercooler, el de aire y el de agua. En el intercooler de aire, el aire circula a través de unas tuberías donde se enfría por medio de aletas de refrigeración. El aire frío exterior enfría estas aletas de refrigeración para que estas enfríen el aire del compresor. Por otro lado, un intercooler de agua para enfriar el aire. El agua circula por otro circuito aparte para enfriarla. Estos modelos suelen ser más pequeños y eficientes, sin embargo, pesan más y requieren de otros elementos como un radiador, una bomba y líneas de transferencia de agua y calor.
El intercooler no es un elemento cuyo funcionamiento le suponga un desgaste, por lo que no existe motivo para su sustitución excepto si este se avería.
Las averías más comunes en este componente son las siguientes:
- Se producen fugas en las mangueras.Video sobre cómo reemplazar el intercooler con autodoc.es
A continuación se explica el proceso para realizar la sustitución de un intercooler en caso de que este se encuentre dañado y sea necesario reemplazarlo.