Alonso peleará con James Hinchcliffe, Pato O’Ward, Sage Karam, Max Chilton y Kyle Kaiser por la última fila de la parrilla. Alonso lo intentó de todas las maneras y su sesión fue un sube y baja, estando en dos ocasiones temporalmente clasificado y finalmente cayendo. Su último intento, el quinto, le dejó 29º, pero Rosenqvist y Jr Hildebrand (a falta de seis minutos) mejoraron sus marcas y el asturiano no pudo lograr el billete directo para la carrera.
Fernando sufrió desde el primer minuto después de un arranque nefasto en el que un pinchazo en la rueda derecha trasera le relegó al 34º puesto de 36, superando sólo a dos pilotos que besaron el muro como Karam y Hinchcliffe. "Con este viento, casi huracanado, y el pinchazo, ha sido un poco desastre", reconocía Alonso.
Los tiempos conseguidos en la jornada del sábado se anularán y los coches saldrán a pista de uno en uno para un solo intento: primero el piloto con el tiempo más lento del sábado (36º), luego el 35º y así sucesivamente hasta Alonso (31º), que saldrá el último de su grupo con la ventaja de saber ya qué han hecho el resto y qué necesita para estar en la edición 103 de las 500 Millas de Indianápolis.