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Probamos el Mercedes G580 EQ: Cuando la electrificación se convierte en lujo
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Probamos el Mercedes G580 EQ: Cuando la electrificación se convierte en lujo

Puede un SUV eléctrico superar a su legendario predecesor.

Por Tommy Díaz-Valdés
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lunes 03 de febrero de 2025, 16:01h
Mercedes-Benz ha lanzado el Clase G eléctrico, G580 EQ, generando debates sobre su capacidad off-road. Aunque carece del tradicional triple bloqueo de diferenciales, su rendimiento en terrenos difíciles es impresionante. Con 587 caballos y una autonomía de 473 km, combina innovación y sostenibilidad.

En el contexto de un mundo automovilístico que se dirige hacia la electrificación, un paso audaz ha sido dado por Mercedes-Benz al lanzar su nuevo modelo eléctrico, el Clase G, denominado G580 EQ. Este vehículo ha suscitado intensos debates en internet, donde numerosos usuarios se cuestionan si la electrificación ha afectado las capacidades off-road que han hecho célebre al Clase G. Para abordar esta inquietud, hemos llevado a cabo pruebas exhaustivas de este automóvil en todo tipo de terrenos desde motorpoint.

Desde su introducción en 2018, la citada Clase G ha representado la robustez y la capacidad todoterreno. No obstante, la llegada de esta versión eléctrica ha supuesto cambios notables. A simple vista, el G580 EQ es prácticamente igual a sus versiones térmicas, a excepción de una calandra distintiva y una caja para el cable de carga en lugar de la tradicional rueda de repuesto.

Con un peso de 3,085 kg, este modelo se destaca como el automóvil más pesado que se puede encontrar en el mercado español. Equipado con cuatro motores eléctricos, proporciona una potencia total de 587 caballos, lo que le permite alcanzar de 0 a 100 km/h en apenas 4.7 segundos. Y alcanza una velocidad máxima, limitada, de hasta los 180 kilómetros por hora.

La autonomía homologada es de 473 kilómetros según el ciclo WLTP. Sin embargo, los altos consumos, que superan los 35 kWh cada 100 km, pueden representar un desafío durante viajes largos para esta impresionante máquina de tres toneladas.

Este todoterreno eléctrico cuenta con una batería de iones de litio de 116 kWh de capacidad, la cual está formada por 216 celdas. Además, esta batería se encuentra integrada en el chasis, el cual ha sido modificado en comparación con el de un Clase G de combustión.

La batería puede ser cargada a un máximo de 200 kW en corriente continua, lo que permite alcanzar del 10 al 80 % de carga en tan solo 32 minutos, y a 11 kW en alterna. Existen tres programas de recarga: Standard, Work y Home (Normal, Trabajo y Casa), que ofrecen la posibilidad de ajustar la hora de salida, establecer el nivel máximo de carga o activar la climatización antes de iniciar el viaje.

Cuando el vehículo llega a un punto de corriente previamente memorizado, los modos Standard y Work se activan automáticamente. Además, el navegador tiene la capacidad de planificar los viajes sugiriendo paradas para recargar, con el fin de optimizar la duración del trayecto. Sin embargo, el usuario cuenta con la opción de personalizar la ruta según sus propias necesidades.

En la parte trasera del volante, se encuentran unas levas que facilitan el control de la retención y la recuperación de energía eléctrica en cinco diferentes niveles:

Dauto (retención automática en función del tráfico que hay por delante), D+ (el coche avanza libremente por su inercia), D (nivel normal), D- (recuperación fuerte) y D– (nivel máximo).

La electrificación del Clase G ha transformado no solo su motorización, sino también su sistema de tracción. En comparación con las versiones previas, el G580 EQ ya no incluye el característico triple bloqueo de diferenciales, un componente fundamental en la esencia del Clase G. En lugar de esto, Mercedes ha introducido un sistema de bloqueo virtual de diferenciales que regula electrónicamente la potencia distribuida a cada rueda.

Durante la prueba offroad, se han analizado las capacidades del vehículo, que resultaron ser realmente impresionantes. La articulación de las suspensiones y su capacidad de tracción y absorción en terrenos irregulares son simplemente espectaculares. Aunque el Clase G eléctrico carece de un triple bloqueo, mostró una notable adaptabilidad a estos terrenos difíciles, manteniendo las ruedas firmemente en contacto con el suelo y superando los obstáculos sin esfuerzo. Además, la ausencia de ruidos y crujidos durante la evaluación fue un claro indicativo de la alta calidad de construcción del vehículo de la firma de la estrella.

El G580 EQ no solo brilla por su capacidad en terrenos difíciles, sino que también incorpora diversas innovaciones tecnológicas. Entre estas se destacan funciones como el "G-Turn", que permite al vehículo realizar un giro sobre su propio eje gracias a su diseño de motor eléctrico en cada rueda. Aunque este elemento puede parecer más un truco para impresionar a los demás que una verdadera necesidad, es importante señalar que el vehículo debe estar sobre una superficie plana y con barro para que funcione correctamente. Además, cuenta con el "G-Steering", una función efectiva que disminuye el radio de giro al frenar la rueda trasera interior durante las maniobras. Estas características hacen que el Clase G eléctrico sea más accesible para conductores con menos experiencia, sin sacrificar la esencia de un todoterreno resistente.

Conclusión

Después de realizar una exhaustiva prueba del Mercedes Clase G eléctrico, se puede afirmar que, a pesar de haber perdido ciertas características tradicionales que lo hicieron destacar, sigue siendo un auténtico Clase G. La habilidad de este vehículo para afrontar terrenos complicados, junto con su confort mejorado, lo convierte en una opción atractiva para los amantes del off-road que desean un automóvil más sostenible.

En conclusión, el G580 EQ tiene un precio inicial de 196,622 euros, lo que lo posiciona como una alternativa cara, aunque resulta ser más accesible en comparación con el AMG G63 de motor de combustión que cuesta casi 30.000 euros más. Eso sí, la diferencia en el manejo entre ambos vehículos es notable, ya que el G63 proporciona una experiencia de conducción más deportiva, gracias a su configuración de suspensión y su diseño más ligero. Por otro lado, el G580 eléctrico puede ser igual o incluso superior a la versión de gasolina en ciertos aspectos, especialmente en situaciones off-road.

Igualmente, la interrogante que persiste es: ¿estás preparado para renunciar al tradicionalismo en favor de la electrificación en un símbolo como el Clase G? Para el que escribe estas líneas no.

No obstante, la discusión acerca de si este modelo puede alcanzar el nivel de su antecesor de combustión permanece en el aire. Para los puristas del todoterreno, la ausencia de un triple bloqueo de diferenciales podría representar una desventaja; sin embargo, las innovaciones electrónicas presentan un enfoque renovado que podría captar el interés de una nueva generación de conductores.

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