Los más jóvenes, de entre 18 y 35 años, son los que están más dispuestos a usar estos modelos, dado que la propiedad les resulta menos accesible. Si lo analizamos por clase social, las rentas altas son las más afines, en su caso por poder cambiar de vehículo cada poco tiempo y con flexibilidad. Son datos del “Estudio de la Movilidad del Futuro 2025” de Europcar Mobility Group, realizado por el Mobility Institute (impulsado por RACC y Deloitte) y cuyos datos principales se han dado a conocer hoy durante la jornadainaugural de FITUR en IFEMA.
Aunque a casi la mitad de los conductores de nuestro país (46%) aún les compensa todavía seguir siendo los dueños de su propio vehículo, “las alternativas al coche propio se van consolidando año a año en nuestro estudio; esto pone de relieve un cambio de tendencia estable hacia el pago por uso y evidencia las limitaciones del modelo de propiedad: falta de flexibilidad, coste -el 54% no cree o no sabe si le compensa económicamente tenerlo- o los trámites como los seguros, el mantenimiento o los impuestos”, explica Isabel Martínez, directora general adjunta de Europcar Mobility Group en España y Portugal.
En el caso concreto de la suscripción, casi la mitad de los conductores (el 48%) estaría dispuesto en un futuro a elegir esta fórmula a corto o medio plazo por dos motivos principales: el ahorro en el pago de los seguros, los impuestos y el mantenimiento (83%) y la flexibilidad y libertad de dejar el coche en cualquier momento si no lo necesitan (80%).
Desconfianza ante la red de carga
El precio superior de un vehículo eléctrico frente a un diésel o gasolina siempre se ha considerado como uno de sus principales frenos. Ahora bien, si se igualara en precio, ¿cuántos conductores elegirían alquilar o comprar un eléctrico frente a uno de combustión? Un 54% aún seguiría optando por la segunda opción, según el estudio, que tiene por objetivo ayudar a entender cómo los cambios en la movilidad están calando, a qué ritmo y por qué en los conductores, más allá de conocer cómo será el próximo coche que quieren.
“Hoy por hoy el vehículo eléctrico todavía no está seduciendo al gran conjunto de la población. Tenemos que preguntarnos por qué, aunque más de una cuarta parte ya saben lo que es conducir uno, solo tenemos en España 170.000 circulando. Hay que insistir en sus ventajas para seguir empujando su uso y ponernos cuanto antes al nivel de los países de nuestro entorno: menos emisiones, una autonomía que hoy supera los 500km en muchos modelos y evitar las restricciones a la movilidad en las grandes ciudades, entre otros”, señala Gerardo Bermejo, Chief Financial Officer de la empresa en España y Portugal.
El poder adquisitivo explica parte de la situación: a mayor renta, mayor interés en electrificarse. Según el estudio, la clase alta es la que más ha tenido la ocasión de conducir alguna vez un eléctrico (32%), frente al 23% de la clase media y el 20% de la baja. Estos datos están en consonancia con la estadística oficial del INE: en ambos estudios se certifica que casi cuatro de cada diez hogares en España que tienen un vehículo electrificado superan los 3.000 euros de ingresos al mes, es decir, en las capas altas de renta.
Aquellos que sí elegirían un modelo de ‘cero emisiones’ argumentan tres motivos principales. Así, lo más determinante es el ahorro en combustible (55%), ya que la energía tiene un coste menor; seguido por el mayor respeto al medio ambiente (40%) y, por último, la movilidad sin preocupaciones que otorgan este tipo de vehículos, ya que al disponer de etiqueta Cero pueden circular sin restricciones por las zonas de bajas emisiones (40%). De hecho, un 29% reconoce haber experimentado sensaciones más positivas en un eléctrico que en un vehículo de combustión, frente al 40% que dice que son parecidas y el 31% que prefiere seguir conduciendo un diésel o gasolina.
Sin embargo, los conductores insisten mayoritariamente en que es necesario ampliar la red de puestos de recarga (72%), mejorar la autonomía (65%), dar más facilidad -con menos trabas burocráticas- para instalar puntos de recarga en el domicilio y el trabajo (59%) y apostar por un programa eficaz de ayudas e incentivos para la compra y el alquiler de vehículos ‘cero emisiones’ (59%).
“Si el eléctrico no termina de despegar no es por falta de concienciación sino de facilidades de carga e incentivos. Aunque algunos de nuestros clientes particulares tienen todavía reservas hacia el eléctrico, entre nuestros clientes corporativos la apuesta por estos modelos es clara. Nosotros, como empresa de movilidad, tenemos un papel que jugar en la adopción del eléctrico y la reducción de las emisiones. Queremos estar a la vanguardia de la movilidad sostenible, influir en ella y acelerarla”, explica Bermejo.
La tecnología marca el rumbo en el alquiler de coches
La digitalización del proceso del alquiler aparece como un factor clave para que las distintas opciones de movilidad se afiancen como alternativa al vehículo en propiedad:
7 de cada 10 conductores utilizarían un ‘quiosco digital’, de modo que con sólo introducir sus datos personales, el usuario pueda recoger las llaves del coche en menos de dos minutos, sin pasar por el mostrador. Su objetivo es evitar las colas y gestiones en el mostrador –el punto más negativo del proceso de alquiler para uno de cada tres conductores-.