Lewis Hamilton utilizó una triquiñuela muy habitual en el mundo de la jet-set para pagar menos impuestos. Compró su avión mediante una sociedad en la Isla de Man lo cual le supuso un importante ahorro en el IVA.
La planificación fiscal de esta compra se la hizo el despacho Appleby junto con los asesores de Hamilton, la consultora Erns&Young. Para ello, y tal y como cuenta El Confidencial, el piloto logró un reintegro de 3,3 millones de libras (3,85 millones de euros) por concepto de IVA, tras la compra de su jet de 17 millones de libras.
Para lograrlo, parece que Hamilton usó compañías pantalla en la Islas Vírgenes Británicas y en la Isla de Man o en Guernsey, sociedades que usó para importar su modelo Bombardier en Inglaterra desde Canadá en 2013.