Su diseño se asemeja al resto de la gama IONIQ y su objetivo principal es mantener los sistemas de autoconducción lo más simples posibles.
El sistema utiliza una antena GPS para controlar la ubicación exacta de cada vehículo y la cartografía de alta definición proporciona precisión en la ubicación, curvatura de las carreteras, ancho del carril e indicaciones. Además tiene un radar de detección de ángulo muerto para garantizar que los cambios de carril se ejecuten con seguridad.
La última tecnología de Hyundai permite a los coches navegar en las peores condiciones de manera segura, incluyendo zonas con semáforos, señales de STPO, zonas escolares, carreteras en obras, perros sin correa, niños jugando, centros comerciales o intersecciones sin señales de tráfico.